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¿Política científica?

Como un árbol centenario, el desarrollo de la ciencia de un país requiere mucho tiempo y una inversión continuada, sin prisa y sin pausa. En España, la ciencia nunca ha interesado politicamente, es un proceso demasiado largo y aburrido, sólo se puede usar en las campañas electorales para dar una pátina de seriedad al programa electoral, pero no da demasiado juego posteriormente porque no se puede mostrar y no sale en la foto tan bien como los pantanos, las autopistas, los aeropuertos o las olimpiadas.
Salvo por la excepción de un puñado de científicos «estrella» que son capaces de personalizar «La Ciencia» para al gran público, y que son usados ávidamente por la clase política para demostrar al electorado que puede estar tranquilo porque sus impuestos sirven para algo, el resto somos prescindibles. España no tiene política científica a largo plazo, premia a las estrellas para salir en la prensa, pero abandona la cantera. El surrealismo es evidente. Los nuevos presupuestos de I+D reducen la partida general de donde se nutren la casi totalidad de los grupos de investigación básica de España sin pestañear, y por otro lado aumentan los créditos (de dudosa utilidad) y mantienen partidas poco transparentes como las del Plan E.

Los recortes individuales a algunas instituciones son realmente escandalosos. Las promesas electorales son papel mojado y se incumplen «año» tras «año«, no pasa nada, sólo hay que salir en la foto con una bata verde: de vez en cuando, o darle bombo cuando alguno de nuestros centros de investigación o universidad sale en alguna lista mundial gracias a alguna triquiñuela estadística, para que el gran publico crea que todo sigue en orden. BULLSHIT! España sigue sin entrar en la élite, la carrera científica es inexistente, los grupos de investigación tienen que dedicar gran parte de su tiempo y capacidad a la búsqueda de dinero y a una burocracia sin fin.
Los científicos por nuestra propia naturaleza, somos un colectivo totalmente desorganizado, no tenemos sindicatos, no nos quemamos a lo bonzo, no hacemos huelgas de hambre, no quemamos neumáticos en las autopistas, nuestras putativas huelgas no afectarían a nadie, en definitiva, somos anónimos, no tenemos voz y por lo tanto nuestras quejas son también anónimas. Si, salen algunas cartas publicadas el los periódicos, o se dedica alguna página interior o un minutillo en el informativo de «La 2» al malestar de los científicos, pero poca cosa, porque para la prensa, la política científica tampoco es interesante. Sólo interesa alguna foto bonita, anecdotarios, o cuando algún heroico grupo consigue publicar en «Nature» o «Science»… A pesar de todo…
Ya se que no servirá para nada, pero si podéis, uniros a la siguiente iniciativa. Por lo menos tendremos algún minutillo más en alguna televisión local…
recorteID.jpg

No al recorte en I+D

2 comentarios en «¿Política científica?»

  1. La analogía es perfecta… Una vez leí en algún lado que lo que se gasta en España en fútbol daba para financiar toda la NASA varias veces…. Tengo que buscarlo…

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