Modelo erróneo

Por tercer año consecutivo, hoy se reúnen en Madrid los defensores del modelo de familia cristiana, celebrando un acto religioso-festivo-folclórico con el fin de reclaman a su dios que fulmine al resto de seres humanos que vivimos en pecado y además para presionar a los partidos políticos «conservadores».
La pregunta que yo me hago es, ¿qué narices es el modelo cristiano o mejor dicho cristianista de familia? Puedo hipotetizar que va de aquello de «cada espermatozoide es sagrado«, pero mejor buscar las fuentes originales que nos lo expliquen. Si vamos a la página web con su ideario político podemos encontrar una explicación que me permito la libertad de traducir para su mejor comprensión.
Resulta que un ser mítico ominipotente tuvo un hijo también con poderes divinos que nació hace unos 2009 años en una sociedad típica del Oriente Próximo de la época, donde la estructura familiar era de un modelo patriarcal y misógino. Este modelo familiar del pasado es el que los manifestantes quieren emular y al que denominan como «natural». El resto de modelos de sociedades homínidas que el mundo tiene o ha tenido a lo largo de los millones de años de evolución son considerados por estos cristianos como antinaturales y negativos.
Este modelo social crisitiano considera que los embriones y los enfermos terminales deben ser protegidos, promoviendo el nacimiento de todos los embriones que son considerados como seres vivos desde el momento de la fecundación, y el mantenimiento de las constantes vitales de todos los enfermos terminales por el tiempo que haga falta; esto se denomina «la defensa de la vida». Los seres humanos en edad adulta no disponen de esta protección.
Debido al origen patriarcal de su modelo, la unidad familiar debe estar formada por dos seres humanos de distinto sexo, cualquier otro modelo que cambie el número o la composición es considerado negativo y perseguible. Las actividades sexuales de esta unidad familiar deben estar reguladas de manera que solo se produzcan si se persigue la fecundación del embrión sagrado, pero no con fines lúdicos. Los hijos de estas unidades familiares deben ser educados en instituciones que promueven este ideario y que segregan a los niños por sexos con el objetivo de evitar encuentros sexuales de modelo lúdico, ya sean reales o imaginarios.
Este es el modelo, y es erróneo, se basa en seres míticos inexistentes y en relaciones sociales caducadas y anacrónicas. Una mierda. Veremos cuantos trillones de personas nos dicen que han asistido.