Leyendo la siguiente noticia “Un guardia civil retirado mata a una mujer a tiros en un bar de Huelva”, me sorprenden las declaraciones del acalde del pueblo:
«Este hombre era un cliente habitual de ese bar y esta mañana se le han cruzado los cables. No era una persona violenta, porque eso nos habría puesto en guardia. Simplemente era uno más del pueblo.»
Error. No era simplemete uno más. Era uno más, pero poseía un arma de fuego y no tenía por qué haberla poseído.
Esto se relacciona directamente con la polémica que se está levantado por la decisión del gobierno italiano (ergo Berlusconi), de aprobar un proyecto de ley que permite el uso de armas de fuego en casos de legítima defensa, y por lo tanto su pertenencia.
Mi opinión es que la posesión de armas de fuego sólo lleva a un mayor uso de las mismas y por la tanto a un aumento exponencial de las muertes provocadas por armas de fuego. Las armas empiezan a circular, se roban, se venden, se compran y al final acaban en las manos de cualquier desequilibrado que se va a un McDonalds y mata a todo el que lleve zapatos sin cordones.
Puede sonar razonable y lógico, además de estar demostrado hasta la saciedad, pero hay mucha gente que no se lo acaba de creer. Cierta parte de la “liberalidad” europea y española, contagiados por los falsos argumentos americanos de que la posesión de armas es un derecho inalienable, tienen la idea que tener armas es bueno, y que proporciona más libertad y seguridad.
Personalmente opino que esto una de las mayores sandeces que he oido, pero hay gente para todo.
Ocurre que sólo se toma la mitad de la Segunda Enmienda de la Constitución de los EEUU para justificar esa postura. Dicha enmienda, contenida en la Declaración de Derechos, dice «siendo necesaria una Milicia bien regulada para la seguridad de un estado libre, el derecho a poseer y portar armas no será restringido», y fue redactada en una época donde el recién nacido país aún atravesaba una época convulsa y era amenazado por las grandes potencias del momento, Gran Bretaña y Francia.
Con el tiempo, ese derecho, que creo más coyuntural que otra cosa, se degradó en su interpretación hasta lo que hoy conocemos (NRA incluida), y es esgrimido, como bien dices, en España y otros países, por los defensores de la portación de armas en aras de «poder proporcionarse los medios que se crean convenientes para proteger la seguridad personal». Y se olvidan de que, precisamente donde esa portación es más libre como los EEUU, el número de muertos por arma de fuego es mucho mayor que en otros países, y no tanto criminales como víctimas. Se olvidan también que al igual que uno, para defenderse de un agresor, podría tener un arma, el agresor también estaría en su derecho de tenerla, y hasta el mayor criminal de la historia empieza a serlo sólo con su primer delito, sea un asesino en serie, un raterillo del tres al cuarto, un violador o un marido maltratador. Y todos ellos tendrían su arma y dudarían mucho menos a la hora de usarla que sus posibles víctimas.
Un saludo.
Para evaluar adecuadamente el efecto de la tenencia de armas habria que examinar las estadisticas estadounidenses. Los filosofos liberales que lo han hecho han llegado a sorprendentes conclusiones.
A primera vista parecería que la tenencia privada de armas aumenta los accidentes y las muertes de inocentes, pero las cifras no parecen mostrar un efecto significativo de este tipo. Por el contrario, donde se permitio recientemente la tenencia y portacion (Estado de Florida) disminuyeron los delitos violentos y las muertes de inocentes debido a esos delitos.
Lo que ocurre es que el agresor (el delincuente) YA tiene su arma. Y la ha obtenido por medios ilegales, que nada tienen que ver con las leyes que garantizan la tenencia a particulares honestos, las que prohiben esta tenencia a quienes tengan antecedentes.
El único efecto negativo de una permisión sería una ligera incidencia mayor de armas en manos de delincuentes por habérselas sustraido a particulares. Pero las cifras hasta ahora no muestran un índice significativo en ese sentido.
La cantidad de armas en manos de particulares no guarda relacion con el numero de muertes violentas en una sociedad. Mueren mas personas en el Reino Unido (que tiene restricciones severas a la tenencia de armas) que en Suiza, donde la tenencia es posible. Canada tiene tantas o más armas per capita que los Estados Unidos (ver Requiem por Columbine, una fuente que no puede ser sospechada de derechismo) pero el número de muertes violentas es muy reducido.
Finalmente, soy liberal, humanista y librepensador. Antes de prohibir algo a un tercero deberían examinarse los hechos cuidadosamente. Ante la duda, no me siento con derecho a decirle a otro qué puede o no puede tener en su casa.
Cordialmente,