Depende del caso, pero en mi opinión si, todo nacionalismo contiene en mayor o menor medida ideas xenófobas o racistas. Los nacionalismos «étnicos» o «religiosos» son historicamente mucho más propicios a caer en el racismo más extremo muy rápidamente, no creo que haya que recordar ejemplos. Los nacionalismos «cívicos» que reclaman el autogobierno basándose en la voluntad de un pueblo, tenga o no una «identidad cultural» diferente, son menos propicios a caer en el racismo-xenofobia, dependiendo de si el componente «cívico» es más fuerte que el componente «cultural» o «étnico».
Siempre había pensado (tonta y desinformadamente me direis) que el nacionalismo catalan estaba dentro de un modelo bastante «cívico», pero Jordi Pujol me ha sacado del error con sus últimas declaraciones.
Tras el revuelo por las nuevas propuestas en política de inmigración del gobierno socialista, el ex-presidente de la Generalitat catalana ha declarado (ver en CadenaSer):
«En una conferencia en la Universitat Catalana d’Estiu (UCE), Pujol ha dicho que «hemos de vigilar (el mestizaje), porque hay gente en Cataluña que lo quiere, y ello será el final de Cataluña».
Con estos argumentos, Pujol ha sentenciado que «hemos de pedir en el Estatut» las competencias sobre inmigración, porque la inmigración, «que es un tema muy serio para mucha gente, para Cataluña es además una cuestión de ser o no ser».
Pujol ha dicho que, hasta ahora, Cataluña ha hecho un «gran esfuerzo de convivencia o de cohesión» con los inmigrantes, pero «podría llegar un momento en que podríamos no estar en condiciones de hacerlo, que se nos rompiera el país», y ha añadido que, por este motivo, Cataluña necesita competencias en materia de inmigración.
«A un vaso se le tira sal y la disuelve; se le tira un poco más, y también la disuelve», pero llega un momento en que «no la disuelve», ha dicho Pujol gráficamente.»
Sin comentarios.
Descubro además que estas manifestaciones, son clásicos bastante repetidos por el propio Pujol, su mujer Marta Ferrusola o el dirigente histórico de ERC Heribert Barrera, entre otros. Ver «Inmigración, Nacionalismo y Racismo. El caso catalán«.
Me parece más que sorprendente que los medios no pongan «el grito en el cielo» con declaraciones de este tipo. Estoy seguro que se pueden encontrar declaraciones de Blas Piñar o de Jean-Marie Le Pen que no son tan diferentes a éstas de Jordi Pujol.
¿Qué hubiera pasado si lo hubiera dicho Rajoy? No quiero ni imaginar el revuelo. ¿Por qué con Pujol no? ¿Hay algun tabú que impide decir racismo y Cataluña en la misma frase?
Lo titularía la Catalunya Kitsch.
Una vez en el titular de una entrevista a un escritor (no recuerdo bien quién fue, pondría la mano en el fuego por Francesc Casavella) leí (más o menos): «La esencia del franquismo sigue viva». Yo pensaba que se iba a referir, sin más, al PP. Cuando la leí al completo me sorprendí (gratamente); en realidad se refería a Pujol, Arzalluz y, por supuesto, Fraga.
Y es que quieran o no, no se diferencian en tanto. Lengua y pandereta.
En cuanto a tu referencia a Le Pen, he comprobado que cualquier declaración de cualquier político de cualquier color en España referente a la lengua se asemeja en bastante a la hipotética del racista francés. Triste, pero real.
Tienes razón, pero creo que con Arzalluz o con cualquier político del PP, no habría habido reparos en llamarle de todo, de racista a nazi con intermedios. Pero con CiU hay una especie de ley del silencio no escrita que no acabo de entender.
Absolutamente de acuerdo.