El gobierno de la India ha aprobado una nueva ley de patentes que acabará con la práctica que permitía que las compañías farmacéuticas locales produjeran copias genéricas de los medicamentos de compañías occidentales. Esto permitía, entre otros, la fabricación de drogas antivirales genéricas para el tratamiento del SIDA. Drogas con precios asequibles para países del tercer mundo y para los “millones” de enfermos de SIDA dentro de la propia India. “El principio del fin de los medicamentos genéricos baratos” segun Médicos sin Fronteras. Por supuesto, los gigantes farmacéuticos occidentales han recivido la noticia con grandes muestras de entusiasmo.
Una dosis mensual de antivirales fabricados en la India costaba 22 euros, un cinco por ciento del precio en occidente. Si la India abandona esta producción muchos países del tercer mundo perderán su proveedor de medicamentos baratos, lo que tendrá sin lugar a dudas un efecto en miles (cientos de miles, millones) de muertos a medio plazo.
¿A quién coño le importa? A nadie. Es muchísimo más importante dedicar ríos de tinta en discutir el derecho a la vida —con la palabra “vida” bien pomposa y bien almibarada— de enfermos terminales en coma.
Ver:
– «Groups slam Indian passage of patent law»:http://www.businessweek.com/ap/financialnews/D890NIB80.htm?campaign_id=apn_home_down
– «Due to Today’s Developments, Tens of Millions of People Not-Named Terri Schiavo May Die»:http://www.underthesamesun.org/content/2005/03/index.html#a000424
Cuánta indecencia desvergonzada por parte de los países «ricos». A nadie le importa porque el negocio es lo primero. Siempre ocurre así. ¿Seres «humanos»?
Acabo de conocer tu web y me parece brillante en forma y contenido
Siempre ha habido clases, incluso entre los muertos: la muerte de un occidental debe equivaler (a ojo de buen cubero) a varios miles de muertos de hambre en el tercer mundo; discutimos sobre la eutanasia (bien morir) cuando hay millones que mueren de la peor forma.
El único jinete del Apocalipsis es el ser humano.
Empiezo a pensar que cuando consigamos exterminarnos (y vamos por buen camino) se restableceran la armonia y el orden.
Yo me pido auto-exterminarme a polvos…
El impedimento en fabricar medicamentos de bajo coste costará muchas vidas, es cierto. Si todos tuviéramos acceso a una sanidad del nivel de los países escandinavos, viviríamos más años y mejor, es cierto. Si la odontología, la atención psicológica e inclusive si la cirugía plástica reparadora fuera más asequible, también seríamos más felices. Es cierto.
Pero resulta que los nuevos medicamentos se basan en largos años de inversión en I+D+i con el único objetivo de lucrarse. Los medicamentos de bajo coste en países con una «flexible» normativa de marcas y patentes, sientan la base para «copiarlos».
Una compañía farmacéutica basa los riesgos de su inversión a largo plazo en obtener beneficios posteriormente, proporcionales a su esfuerzo. Es así de simple.
Destruir la posibilidad de obtener el suficiente beneficio después de la inversión, es terminar radicalmente con la investigación de nuevos medicamentos.
Y por supuesto, aquellos que «copian» medicamentos a bajo coste no tienen ni los recursos, ni la capacidad de inversión, ni la infraestructura para realizar I+D+i de nuevos componentes farmacéuticos. Así de simple.
No es distinta en este aspecto de la educación o de la comida. Desengañémonos, una buena salud es un síntoma de economía saneada.
Tal vez deberíamos comenzar por suplir capacidad económica.
Es evidente que cualquier empresa del mundo busque un beneficio … Teresa de Calcuta murió hace mucho sin dejar sucesor … pero existe un punto sin el cual el ejercicio de una actividad es inviable, que es la amortización de los recursos e inversiones (en I+D o en lo que sea) … lo vergonzante es que llegados a este punto no seamos capaces de ceder parte de nuestro producto a aquellos que no pueden desarrollarlo y si hablamos de medicamentos que convierten en enfermedad crónica una pandemia como no conoce la humanidad en toda su historia pues peor todavia.
Posible es … viable, también … pero que interese a la sociedad del primer mundo, está por ver.