Excelente (como siempre), Alberto Arce en «La Insignia»:http://www.lainsignia.org/2005/julio/int_033.htm.
La última novedad de los medios de comunicación para este verano radica en darle espacio noticioso a los «sarvanim», soldados israelíes que, bajo la excusa religiosa de «judío no expulsa a judío» se niegan a cumplir las órdenes de su gobierno respecto a la decisión de desmantelar las colonias de Gaza. Se trata hasta el momento de apenas una decena de soldados que son, la mayoría de ellos, colonos ellos mismos y que, como en el más conocido de los casos, ni siquiera es oriundo de Israel sino un inmigrante estadounidense que ha decidido encontrar el sentido de su vida, probablemente bastante aburrida en Michigan, en ponerse al servicio de la ocupación militar de Palestina. Algo muy parecido a un mercenario a tiempo completo. Un mercenario con motivaciones religiosas.
Si tantas ganas hay de hablar de soldados israelíes desobedientes, ¿Dónde queda el ejemplo de los casi 1000 soldados que se han convertido en «refusenik», es decir, los que se niegan a servir en los territorios palestinos ocupados? ¿dónde queda el ejemplo de los cientos de jóvenes que ya desde el instituto y antes de la incorporación a filas ya anuncian que no servirán en el ejército? ¿Se castiga a los desobedientes de derecha del mismo modo que a los desobedientes de izquierda? Por supuesto que no, pero se constata progresivamente que desde la derecha y la izquierda cada vez hay menos jóvenes dispuestos a servir en un ejército como el de Israel. Unos, simplemente, por no creer en la democracia y negarse a obedecer a su gobierno si sus decisiones entran en colisión con la opinión de los rabinos, y otros por anteponer su respeto a la justicia y los derechos humanos a cualquier orden militar o gubernamental que los vulnere. ¿Dónde están las noticias que nos cuentan lo que les está sucediendo a los israelíes que se niegan a servir en un ejército que ocupa ilegalmente un país, asesina a sus habitantes y conculca diariamente sus derechos humanos?