Nuevo periódico digital llamado [«El Plural»:http://www.elplural.com/]. Llevan muy buen camino, creo que les voy a adjudicar sin mayor demora el mote correspondiente, «El Singular».
Dignos contrincantes o isómeros de distinto signo rotativo de [«Esclavitud analógica»:http://www.libertaddigital.com/].
Si siguen así nos proporcionarán entre los dos inteminables horas de diversión. Eso si, van a tener que currárselo mucho para conseguir comentaristas de la talla de Cesar Vidal y Pío Moa…
«Enric Sopena»:http://www.elplural.com/opinion/detail.php?id=130 en El Plural
¿Quién es este Alcaraz que amenaza al Gobierno con manifestaciones “sin precedentes en la historia de España”, tal como contamos en elplural.com? ¿Qué está insinuando el presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo? El Congreso de los Diputados aprobó hace meses, con el apoyo de todos los partidos –salvo el PP-, una propuesta del Ejecutivo para dialogar con ETA, si ésta deponía las armas y las conversaciones no incluían concesiones políticas como precio a pagar por el fin de la violencia.
Es una moción impecable que recoge la letra y el espíritu de los contactos entre el Gobierno González y ETA y, años después, los del Gobierno Aznar. ¿Por qué se le niega ahora a Zapatero lo que sí se concedió a sus dos predecesores? (…)(
Da la impresión que tanto Alcaraz como los dirigentes del PP estuvieran deseando en el fondo que no prosperaran los intentos de sepultar la siniestra pesadilla que significa ETA. Es muy grave ciertamente insinuar esto. Sin embargo, más grave es alimentar el odio y el rencor, cerrar las puertas a la paz y que vuelvan otra vez en España a ser habituales el tiro en la nuca o los coches bombas. Como dijo ayer Zapatero, el recorrido hacia la paz será largo y difícil. Pero hay que intentarlo.
«Pío Moa»:http://www.libertaddigital.com/opiniones/opi_desa_26977.html en Libertad Digital
La colaboración del gobierno con el terrorismo (corruptamente disfrazada con la palabra “diálogo”, también empleada absurdamente por la oposición) es otro acto que sólo puede definirse como traición tanto al estado de derecho como a la unidad de España, dos valores que el sonriente iluminado de la Moncloa nunca ha apreciado en lo más mínimo, como revelan sus discursos y actitudes.
Estas cosas están ocurriendo a la vista de todo el mundo, y la reacción hoy por hoy peca de insuficiente. Ello plantea un problema: ¿por qué tanta gente muestra indiferencia ante un proceso que amenaza la libertad y la unidad de su propio país? Creo que la razón principal, al margen de las intoxicaciones del grupo PRISA, la televisión oficial y otros medios, consiste en la muy larga (comenzó ya antes de la Transición) campaña de desprestigio emprendida por las izquierdas y los separatistas contra cuanto signifique España. Esa campaña ha calado en la mente de muchos ciudadanos, porque hasta hace muy poco no recibía una réplica algo adecuada en el campo intelectual ni en el político. Su base argumental consistía y consiste en oponer los ideales de democracia y libertad a España y su historia. Es decir, España no es lo bastante democrática para satisfacer a los asesinos terroristas, a los separatistas que continuamente atacan y merman las libertades en Vascongadas y Cataluña y empiezan a hacerlo en Galicia, a los demagogos enterradores de Montesquieu. Entre todos esos “demócratas” nos están llevando a una crisis que amenaza arruinar la convivencia conseguida desde la Transición.
¿Universos paralelos?