Estoy harto de la ideología de pseudo-izquierdas “políticamente correcta” y algunas de sus autocensuras, lo que se ha reflejado perfectamente en el tema de la caricaturas de Mahoma. Con un seguidismo absoluto con la “ortodoxia del momento” se han olvidado de defender el derecho de libertad de expresión para darle cancha a las teocracias que asfixian a los pueblos de medio mundo.¿Qué diálogo o alianza se puede hacer con unos gobiernos que no respetan ni consideran los más mínimos derechos de sus «súbditos»?
Lo ha expresado con mejores palabras que pueda tener yo, Mario Vargas Llosa en [«El País»:http://www.elpais.es/articuloCompleto/elpepiopi/20060212elpepiopi_6/Tes/opinion/derecho/irreverencia]:
¿Puede llegar a ocurrir lo mismo algún día en la Europa de Voltaire, la de las luces, la que instauró como un principio básico de la civilización el derecho de crítica, de irreverencia, no sólo ante los gobiernos; también ante los dioses, la libertad de expresión y la convivencia de diversos credos, costumbres e ideas en una sociedad abierta? Vale la pena preguntárselo, porque, a raíz del escándalo de las viñetas blasfemas, una buena parte de la Europa que disfruta de esa cultura de la libertad ha mostrado una prudencia o desgano en la defensa de lo mejor que tiene y que ha legado al mundo, que parecería que el poder de intimidación del extremismo islamista comienza también a tener efectos estupefacientes en el corazón mismo de la cuna de la democracia.
Hasta el momento en que escribo estas páginas, con la excepción de los gobiernos de Francia y del Reino Unido, ningún otro gobierno europeo ha mostrado de manera inequívoca su solidaridad con Dinamarca. El primer ministro danés, Rasmussen, ha rechazado las amenazas y los chantajes de los gobiernos musulmanes que quisieran ver introducidas en Dinamarca las prácticas intimidatorias, censoras y brutales con que ellos suelen manipular a sus medios de información. Pero su orfandad en el seno de la Unión Europea ha sido patética y ello lo llevó, al final, a hacer un pe-queño gesto, igual que el director del diario Jyllands-Posten, pidiendo disculpas a quienes hubieran podido verse ofendidos en sus creencias por las viñetas. Gesto perfectamente inútil, por lo demás, porque los gobiernos de las dictaduras y satrapías que protestan no quieren excusas, sino que el escándalo y las movilizaciones contra «el complot» duren lo más posible, pues así distraen con un enemigo exterior a las desdichadas masas a las que mantienen en el hambre, la explotación y la ignorancia.
Preocupa el comportamiento de los gobiernos que ante la violencia fundamentalista recortan el derecho a la libertad de expresión. Quieren hacer pasar por «respeto» lo que realmente es miedo a la violencia fundamentalista. Si los creyentes, dicen que sus credos son verdaderos debían probarlo con argumentos y evidencias, no con histeria y bombas. A este paso sería suficiente que los fundamentalistas digan que «el ateísmo ofende a su fe» para que no creer se vuelva un delito.
Siendo, así, que algunos periodistas se autosilencien y quieran seguirse llamando «de izquierda», nos obligaría a redefinir el término «izquierda»; o a desplazar a esos angelitos a estribor.
Walter
Si, pero que le pregunten a Vargas Llosa que opinaría de hacer mofa sarcástica y peligrosa de nuestra monarquía o de su sacrosanto neoliberalismo. Si te puedes reír de todo, pues riámonos del todo (de Jesucristo tirándose a su madre, de los niños violados, de matar a las mujeres, de la madre de alguien, de la propia dignidad de un pueblo o una persona o de tratar a todos los musulmanes como terroristas usando uno de sus mayores tabúes).
El respeto evidentemente no es lo mismo que el miedo. Pero a veces es el miedo la única manera de infundir respeto (y de eso se aprovechan los fanáticos).
¿dónde está el límite de la libertad de expresión? ¿es la falta de respeto? ¿el ataque personal? ¿cuando hay muertos? Eso no lo puede marcar nadie, porque no existe la absoluta verdad o el absoluto criterio. Los abanderados de la razón absoluta sobre lo que está bien o esta mal (y sobre donde comienza y termina la libertad) de uno u otro bando son los fanáticos. Pero resulta que los límites a la libertad existen (sean o no racionales) y se llaman tabúes. Tabúes hay en todas partes y en todas las culturas y desde luego la convivencia pasa por respetar a veces lo que no se comprende o lo que no se comparte (o al menos todos deberían guardarse mucho de opinar y de reírse sobre lo que no se conoce). En eso consiste la convivencia y es un ejercicio que parte de la moral individual. Muchos de los que piden libertad de expresión son los que censuran luego los comportamientos anticristianos, por ejemplo (la misma revista que publico las famosas viñetas, por ejemplo). Por eso los de izquierdas (yo no se que tiene que ver ser de izquierdas o de derechas) no nos fiamos, Sr. Vargas Llosa (se le ve el plumero).
Pd: Los que esten libres de tabúes que tiren la primera piedra.
Coincido en que Varguitas no es muy imparcial con respecto a los abusos del occidente todopoderoso.
En cuanto a la libertad de expresión, me parece que, casualmente porque nadie tiene «la verdad absoluta» es que debe haber libertad para debatir sobre las diferentes concepciones que la gente tiene del mundo. Son ideas y deben quedar en el campo de las ideas. En Iran, por ejemplo, han hecho un concurso para sacar caricaturas que ofenda a Occidente, ya las veremos. (Escuche que hay una con Oriana Falacchi decapitada)
La reaccion fanatica por las viñetas es similar a la que tuvieron los ayatollahs para condenar a muerte a Salman Rushdie por escribir una novela. ¿Tampoco debio escribir la novela?
Claro que no hay que confundir la libertad de expresión con la libertad para publicar mentiras, calumnias o difamasiones; eso debe estar y está penado por la ley.
Walter
Desde mi punto de vista, la libertad de expresión no debe tener más límite que la ley, y sólo con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás.
Criticar y satirizar sobre otros y sus creencias no coharta ni su libertad de pensamiento, ni su libertad de conciencia, ni su libertad de religión.
Ellos si quieren cohartar la libertad de expresión de otros.
Muchas de la «leyes islámicas», sagradas para los musulmanes, tabú como tu dices, son ilegales y delictivas en Europa, ¿las legalizamos y prohibimos que se discuta sobre el tema en aras de la convivencia?
El otro día alguien me comentó que Mickey Mouse estaba a la altura, a nivel conceptual, de Mahoma. Le di vueltas al asunto y, humildemente, creo que la diferencia es mínima. A propósito de estas «lúcidas» elucubraciones escribí esta entrada en mi blog: Mickey Mouse Versus Mahoma.
http://www.sergioparra.net/~sparra/2006/02/mickey-mouse-versus-mahoma.html
¿Las leyes «cristianas» (porque no hay que dudar que nuestras leyes derivan del derecho romano y nuestro pasado cristiano-feudal deberían «legalizarse» en los paises islámicos? ¿De que estamos hablando?
Yo solo hablo del relativismo de la moral de las civilizaciones (algo de lo que precisamente Benedicto sexto no tiene muy claro).
Cada una haga de su capa un sayo, los límites de la convivencia los ponemos entre todos y ojo con frivolizar con lo que no entendemos. En esta época de globalización estamos condenados a entendernos y por lo único que hay que luchar es por el derecho a la disidencia en cualquier país del mundo, para que no te corten la cabeza por ello o te quemen en la hoguera (incluido Salman Rusdhie).
Pero eso es una cosa y otra meter a los musulmanes en el mismo saco y llamarlos tontos (y fanáticos). O reirte de ellos. Así lo llevamos claro. Hay que leer un poco de historia.
Pd: No se te ocurra insultar a la Virgen en El Rocío…si provocas te darán de hostias (y no precisamente de las que se comen). O Cantar el Cara el Sol en una kasa okupada. Es sentido común.
Musica de la Samba..
Para meter la gamba
para meter la gamba
se necesita entrar
con Salman Rushdi
en una mezquita
ay arriba y arriba…
Pero, ¿¿y si se insulta a la virgen en las chimbambas?? Pues como que a los del Rocio no les deberia importar, si nisiquiera son cristianos. Yo no kiero imponerles mi ideologia (como occidental-europeo), pero que tampoco me impongan la suya ni que me prohiban expresarme como me salga de los reales.. fondos del pensamiento (podriamos decir xD)
Aunque no coincido con su opinión (al menos esta vez) me parece oportuni citar algunas frases de Ignacio Ramonet (de Le Monde Diplomatique) sobre el tema:
Islamofobia y libertades
Ignacio Ramonet
La Voz de Galicia
El asunto de las caricaturas de Mahoma es típico de nuestro tiempo. Un gesto irresponsable realizado en un rincón del planeta puede tener consecuencias desastrosas al otro lado del mundo. Los ecologistas llaman a eso el efecto mariposa. Porque, en ciertas circunstancias, las alas de una mariposa en Puerto Rico pueden provocar remolinos de aire que se transforman en brisa, luego en ráfagas de viento para acabar en violenta tempestad en las costas de Galicia.
En Europa, muchos comentaristas -en nombre de la libertad de expresión- han reaccionado con arrogancia ante las manifestaciones de cólera del mundo musulmán. Y han considerado la ira de esas masas indignadas como una expresión de oscurantismo arcaico y de intolerancia. En Francia, algunos periódicos no han dudado en reproducir las caricaturas como para afirmar con más contundencia, y hasta con voluntad de provocación, su apego a la libertad de expresión.
Pero confunden el debate. La libertad de expresión -pilar fundamental de la democracia- no está amenazada hoy en Europa por el islam. Como se sabe, esa libertad está en peligro por otras causas: la concentración mediática, el poder del dinero y los consensos ideológicos.
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Bueno, si quieren leer el artículo completo pueden hacerlo en:
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=26874
Walter
Creo que Ramonet da en el clavo. Creo que algo que en otras condiciones no hubiese tenido la mínima importancia, en estas circunstancias se ha ido de madre.
Por otro lado, los efectos de la física de sistemas complejos aplicados a la sociología son cuasi-imprevisibles. Aquí tenemos un ejemplo de un fenómeno de propagación estocástica de una propiedad emergente. Eso es el efecto mariposa o caos.