La paradoja educativa

Es una paradoja de proporciones inmensas.
La iglesia católica, una organización religiosa que propone como «mensajes docentes»:http://www.educa.aragob.es/iespluza/Departamentos/Religion/temario.htm los siguientes conceptos: que un ser inmortal (dios) omnipotente ha creado el universo y a los seres humanos en contra de todas las evidencias científicas e históricas; que además del universo que podemos ver con nuestros sentidos y/o aparatos científicos, existe un universo paralelo donde hay un “Cielo” y un “Infierno” donde la gente va después de morir; que los seres humanos además de nuestro cuerpo tenemos un “alma”, una especie de otro-yo que no se puede ver ni detectar pero que es muy importante porque nos hace inmortales; tras la muerte, el alma de los cristianos va al cielo y vive allí felizmente durante toda la eternidad; que los no-cristianos van al infierno y sufren horribles torturas y privaciones durante toda la eternidad; que hace dos mil años una joven judía fue embarazada en ausencia de gameto masculino por una de las encarnaciones de dios (un “espíritu”en forma de paloma); que el hijo de esta mujer (Jesús) tenía poderes sobrenaturales, que predicó el mensaje central de la religión cristiana, que murió y luego resucitó y subió a los cielos; que los seguidores de Jesús forman la iglesia, que su jefe es el Papa, un señor que es infalible y santo; que el mensaje de Jesús es de amor, pero que el placer en si mismo es malo; que durante el rito cristiano que se hace los domingos (misa) un trozo de pan se convierte en la misma carne de Jesús y un vaso de vino se convierte en su sangre (aunque no se ha podido demostrar nunca), y que comerlos nos acerca a dios; que los cristianos no pueden hacer determinadas cosas, aunque otros las hagan y nos le pase nada malo; y un sin número de otras proposiciones que están contenidas en un libro que contiene la palabra de dios y en otros libros escritos por los representantes de dios en esta parte del universo; que esas proposiciones son “moralmente” buenas y hay que obedecerlas (aunque seguir esas proposiciones de una manera fundamentalista ha dado lugar a todas las formas posibles de intolerancia, muerte y guerra); que hay gente que no sigue esas proposiciones y tiene otras proposiciones diferentes, y aunque no infrinjan ninguna ley, son gente moralmente “mala” (homosexuales, ateos, divorciados, fabricantes de condones, científicos, etc); que otras religiones que fomentan más o menos los mismos valores morales no son tan buenas y hay que llamarlas sectas; y un largo etcétera.
Gran paradoja que quien intenta imbuir en la educación de los niños unas creencias absurdas e irrisorias a la luz de la cultura y la ciencia del siglo XXI, se atreva a dar lecciones de «modernidad y pluralismo»:http://www.elpais.com/articulo/opinion/Obispos/ciudadania/elpepusoc/20070622elpepiopi_2/Tes a nadie, y menos a un parlamento democrático.
No me extraña que quieran prohibir «una asignatura»:http://www.educacionenvalores.org/article.php3?id_article=871 que en su programa quiere enseñar: a respetar las distintas forma de pensamiento (incluso religioso); a conocer y valorar los derechos humanos y de los otros seres vivos que pueblan este planeta; a olvidar los prejuicios sexistas que vienen de nuestra oscura historia; a conocer la democracia, sus derechos y sus deberes; a ejercer un razonamiento crítico; a reconocer y luchar contra las injusticias; y un largo etcétera. Son conceptos que no cuadran con una concepción del mundo basada en la fe.
Entiendo su preocupación, cualquier niño con dos dedos de frente llegará a la lógica conclusión que unas enseñanzas se adecuan a la realidad y las otras no.
¿Cuánto tiempo más tendremos que soportar que la iglesia católica y sus títeres se metan en los asuntos de nuestro estado?