El decretazo económico del PP quiere «reducir» en una primera fase los gastos del estado en 8.900 millones de euros, desmontando el poco estado del bienestar que tanto había costado conseguir, y además quiere recaudar 6.000 millones de euros más a base de aumentar los impuestos a las clases medias y bajas. Totalmente ilógico teniendo en cuenta la gran cantidad de gastos superfluos que tiene nuestro estado.
Por ejemplo, si sumamos los gastos de las diputaciones provinciales y forales, la aportación pública al fondo de reestructuración ordenada bancaria, la financiación de la iglesia católica, el Senado, la Casa Real, del “Apoyo a la gestión administrativa de la jefatura del Estado”, vehículos oficiales de la Casa Real y las Fundaciones de los partidos políticos, el estado se gasta unos 20.000 millones. Además tenemos lo que ha gastado y sigue gastando el Ministerio de Defensa en nuevo equipamiento e investigación militar para esa gran cantidad de guerras en las que estamos implicados (unos 3.000 millones entre nuevo equipamiento e I+D), y el aumento de compras de material anti-disturbios por parte de la Guardia Civil ( (¿para qué?). Ya ni comentaré que no hay reducción alguna en los fondos públicos que se llevan los partidos políticos, la patronal y los sindicatos (excepto la CNT), que vienen a ingresar unos 3.000 millones anuales. Imposible calcular el monto de subvenciones y premios totalmente idiotas que se conceden entre todos los Ministerios.