Otras elecciones y otra vez que los partidos «mayoritarios» y los medios de comunicación se olvidan de la abstención, el voto nulo y el voto en blanco. Si representamos todos los partidos que han obtenido representación, los agrupamos por bloques temáticos y añadimos abstención, voto nulo y voto en blanco, la conclusión es obvia. Se acabó el bipartidismo y gana la abstención.
Si nos vamos a Cataluña con el anuncio de que estas elecciones eran un plebiscito de facto por la independencia, si representamos todos los datos, la conclusión también es obvia: 1) Para ser un plebiscito a la mayoría de la población le importa el tema un pepino. 2) Dentro de la gente que vota la mayoría es pro-independentista frente a los quieren la permanencia. 3) La mezcla de partidos e ideologías en ambos casos es tan variopinta que marea.