O una dictadura constitucional. Que impidan a ciudadanos llevar banderas, pañuelos o camisetas republicanas en espacios públicos es intolerable, que los detengan por ello es inaudito y propio de regímenes dictatoriales, más cuando la jurisprudencia vigente indica que la prohibición de exhibir la bandera republicana vulnera el derecho a expresar y difundir libremente pensamientos, ideas y opiniones y, por tanto, restringe gravemente el ejercicio de derechos fundamentales. Patético además, todo para proteger un acto que a pesar de contar con todo el apoyo mediático, con cientos y cientos de meapilas que en todos los grandes medios han dedicado días a glosar las bondades del nuevo y mejorado rey 2.0, ha conseguido congregar menos gente que un botellón cualquiera.