Dice Hugh Thomas en «La guerra civil española» que el primer estallido de la contienda fue violenta pastoral del cardenal Segura hecha pública el 7 de mayo de 1931, días después de la constitución de la segunda república. El cardenal Pedro Segura y Sáenz fue arzobispo de Toledo, primado de la Iglesia española y un conocido defensor de la teocracia. La carta pastoral (completa aquí) terminaba con estas palabras:
«Si permanecemos quietos y ociosos y nos dejamos ir hacia la apatía y cortedad; si dejamos abierto el camino a todos aquellos que intentan destruir la religión o si esperamos la benevolencia de nuestros enemigos para asegurar el triunfo de nuestros ideales, no tendremos ningún derecho a quejarnos cuando la amarga realidad nos muestre que hemos tenido la victoria en nuestras manos, pero que no hemos sabido luchar como intrépidos guerreros dispuestos a sucumbir gloriosamente». Cardenal Segura, carta pastoral. 7 de mayo de 1931
Es triste que haya obispos que sigan igual.