Es tan vano pretender moralizar los negocios como incitar más la higiene a quien vive en un estercolero.
Raoul Vaneigem: en «Nada es sagrado, todo se puede decir».
Es tan vano pretender moralizar los negocios como incitar más la higiene a quien vive en un estercolero.
Raoul Vaneigem: en «Nada es sagrado, todo se puede decir».