Si hay algo aparte de la religión que ha hecho de este mundo un lugar donde las posibilidades de ser feliz son casi nulas para miles de millones de personas, eso es el patrotismo. Ya lo dijo el bueno de «Ambrose Bierce«, que puso el dedo en la llaga hace mucho tiempo:
Patriota, s. El que considera superiores los intereses de la parte a los intereses del todo. Juguete de políticos e instrumento de conquistadores.
Patriotismo, s. Basura combustible dispuesta a arder para iluminar el nombre de cualquier ambicioso. En el famoso diccionario del doctor Johnson, el patriotismo se define como el último recurso de un pillo. Con el respeto debido a un lexicógrafo ilustre, aunque inferior, sostengo que es el primero.
La patria, la patria… ¿Qué narices es la patria? ¿sirve para algo la patria? La lista de idiotas que quieren a su patria con locura es larguísima en todos lados, y aquí cada esquinita está llena de políticos pillos que se sirven de patriotismos para desviar la atención.