El gobierno va a aprobar mañana una reforma del Código Civil que, por fin, va a agilizar los procesos de divorcio, al eliminar los trámites de separación.
Divorciarse en España, hoy por hoy, es una penosa y larga experiencia aún en casos de mutuo acuerdo. El caso más simple, a saber, el de dos personas que han cometido el error de casarse y que deciden divorciarse, sin conflictos de ninguna clase, puede durar un mínimo de dos años. Porque uno no se puede divorciar así sin más, primero hay que «separarse» (figura legal que nunca acabé de entender) y luego tras al menos un año de separación se puede pasar al proceso de divorcio, que con la proverbial rapidez de nuestro sistema legal, te lleva otro añito entre pitos y flautas. Si el caso es más complicado, jaleos económicos, hijos, etc, el proceso puede durar una cantidad indeterminada de tiempo.
Las fuerzas de la ortodoxia no se han rasgado aún las vestiduras ante tamaño atentado contra la familia. ¿Cuanto tardarán?
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