La polémica sobre la asignatura de religión se ha quedado en tablas, en un “quiero y no puedo”. El gobierno en su afán por satisfacer a unos, sin “ofender” a otros, se ha quedado en un extraño término medio que no satisface a quienes queremos la religión fuera de las escuelas y que ofende a los que quieren el crucifijo y el escapulario hasta en la sopa. Una oportunidad perdida para eliminar definitivamente el anacronismo de la asignatura de religión y todo lo que significa. No me sorprende que los «últimos de Filipinas»:http://www.abc.es/abc/pg040928/prensa/noticias/Opinion/Editoriales/200409/28/NAC-OPI-012.asp pongan el grito en el cielo, pero me asombra que los fieles no pongan ninguna pega, El País dice:
¿Cómo que sin resucitar? ¿Cómo que resuelto?
Nada está resuelto. España, sigue manteniendo un bochornoso y anacrónico acuerdo con la Iglesia Católica, financiándola, librándola de impuestos y usando sus símbolos y rituales en todas las ceremonias de nuestro estado.
Y el ABC dice que hay una «obsesión laicista». ¡Venga ya! Un poco de seriedad.
**¡Estado laico de verdad ya!**
Lo que tendría que hacer la Iglesia Católica era volver a las catacumbas. Es la única forma de que se reabilitara como respuesta moral a ésta sociedad decadente y hedonista. En cuanto a la presencia de la Jerarquía en muchos de los actos del Estado, es INCONSTITUCIONAL y anacrónico el verlos.
A mi me asombra la confianza con la que dicen que «la mayoría de los católicos votan al PP», cuando eso sumamente discutible y hasta rebatible. La mayoría de catolicos votan sin prejuicios al PSOE o al PP, basta mirar como la comunidad donde hay más fe religiosa, Andalucía, gana siempre el PSOE. Lógico, pues el programa del PSOE es el que se acerca al mensaje evangélico.
Desde luego de resuleto no tiene nada. Más bien es volver a quedar todo pendiente, mediante el sistema de parcheos de toda la vida.