La capacidad de muchos políticos para hablar sin decir nada es de sobra conocida. Mariano Rajoy la domina y la supera. En su entrevista televisiva de esta noche con varios periodistas de todo el espectro informativo, ha demostrado que es miembro nato del «no sabe, no contesta». Su capacidad para no contestar a lo que se le pregunta, salirse por la tangente y hasta negar sus propias palabras, entra casi en la categoría del «doblepensar».
Aunque acusa ampliamente a sus oponentes de no estar preparados y de no tomar decisiones, él cae de manera bochornosa en el «saber y no saber» simultáneos, en la mentira cuidadosamente elaborada, en el sostenimiento de opiniones contradictorias y en el olvido sistemático/selectivo.
Y no es que yo esté ciego, sé que casi todos los políticos caen en prácticas similares, pero lo de Rajoy me ha asombrado. Tras muchos años en el gobierno, (que hemos sufrido) y después de que su partido haya bloqueado tantas iniciativas de todo tipo, puede llegar a pedir la «igualdad de los españoles ante la ley sea cual sea el lugar en el que vivan» _(excepto si son homosexuales o inmigrantes)_ y afirmar sin sonrojarse que es «partidario del Estado del bienestar, de la sanidad pública y gratuita y de la educación pública y gratuita» _(siempre que las opciones privadas y eclesiásticas sean subvencionadas generosamente)._
Impresionante despliegue.
Pues si, un doblepensar muy gallego si me dejas matizar;)Una habilidad increíble para no contestar a nada y que luego haya gente que afirme que «estuvo soberbio o que tipo más inteligente».
Yo me quedo con su comentario sobre la religión: » El PP no es un partido católico, hay musulmanes, protestantes e incluso agnósticos» para decir dos minutos después que «hay que conservar el catolicismo de España y mantenerlo firmemente, pues España siempre ha sido cristiana…blablabla»
Lo dicho: increíble