El integrismo, dice el diccionario, es la actitud de ciertos sectores religiosos, ideológicos o políticos, partidarios de la intangibilidad de la doctrina tradicional. Oyendo el otro día por la radio a ciertos creadores de opinión llegué a la clara conclusión de que España tiene una inquietante cantidad de integristas.
Decían estos integristas de aquí que los inmigrantes se pueden dividir en dos tipos, los que se adaptan a nuestra cultura y los que no. No lo decían con estas inocuas palabras, que hasta podrían sonar verdaderas, sino que lo hacían de manera más directa. Decía nuestro creador de opinión que los inmigrantes sudamericanos son buenos porque son católicos y hablan el idioma, van a misa los domingos y además tienen un pensamiento más tradicional. Además al “integrarse” pueden dar lugar a magníficos mulatos. Continuaba el hábil pensador afirmando que los polacos son también inmigrantes de los buenos, porque son más católicos aún que los sudamericanos y tienen al parecer una gran capacidad para aprender idiomas. Después describía los inmigrantes menos buenos, como los rumanos, búlgaros y otros europeos del este. Éstos tienen también una buena capacidad para aprender el idioma, pero no son cristianos viejos, y algunos son hasta ateos. Por último están los inmigrantes malos, en realidad malísimos, los musulmanes. Éstos tienen la mala costumbre de no integrarse, de no seguir nuestras sagradas tradiciones y de intentar conquistarnos con sus ideas religiosas. O sea, son integristas.
No creo que tengáis mucho problema en poner nombre a estos grandes pensadores, pero en realidad es irrelevante. Los opuestos se tocan, tienen tanto integrismo como el que buscan.
Déjame adivinar, ¿Empieza por F? ¿Sigue por J?…
O sea, que para integrarse en nuestro estado laico hay que ser católico, pues eso asegura una mejor integración… Lamentable.
Como bien dices, otro ejemplo de extremos que acaban siendo iguales: los integrismos.
Lo cual demuestra la ignorancia de quien ha escrito el post hacia los problemas con los inmigrantes musulmanes. Por ejemplo, que no comen cerdo 😉
El contenido del «creador de opinión» no es incorrecto, aunque las formas es posible que no sean las adecuadas (ni los argumentos esgrimidos), pero el inmigrante tiene el «deber» de adaptarse a nosotros, no nosotros a ellos.
El «creador de opinión» seguía un orden muy claro, primero la religión, luego las «tradiciones» y luego el resto.
Sin dudar que los inmigrantes musulmanes sean «problemáticos», lo serán más en un estado «cristianista» que no en un estado claramente laico…
Lo del cerdo no es un gran ejemplo… ¿Prohibimos dar visados a vegetarianos?
Junjan, si eso fuese así, el «creador de opinión» estaría muy equivocado en su orden de afinidades, puesto que los primeros con los que compartiría el esquema religión-tradiciones-resto, serían los integristas islámicos.
Si, lo compartirían con su religión, pero no con la de otros.
Los integristas tienen todos los mismos objetivos, pero no se pueden ver entre ellos.