Por si no teníamos bastante con la epidemia mediático-católica tras la muerte de Juan Pablo II y la coronación de Benito XVI, nos acaba de caer «el gordo del niño».
Si la boda del principito nos llevó a límites insospechados de «babosez informativa»:http://www.junjan.org/weblog/archives/2004/05/18/monarquicos_y_babosos.html ([«y 2»:http://www.junjan.org/weblog/archives/2004/05/23/monarquicos_y_babosos_ii.html]), el posible nacimiento de un heredero promete batir todos los records.
Gigantesco publireportaje rosa. Escusa ideal para fomentar los valores monárquicos y la integridad del suelo patrio.
Desde la linea dura monárquica del ABC:
Ésta es, en efecto, la función de la Monarquía, más aún en los momentos más delicados del devenir nacional como bien pudieran ser los actuales, en los que unas abusivas tensiones segregacionistas y una enorme fragilidad en la defensa del Estado amenazan con concernir a la Corona. La noticia de la próxima paternidad de los Príncipes de Asturias viene así a fortalecer la Monarquía porque le ofrece el horizonte natural que la sucesión siempre conlleva; porque elimina incertidumbres; porque obliga a mirar al futuro y no invita a hacerlo al pasado (y algunos lo pretendían con nostalgias republicanas). Porque tras el Rey y su hijo, ya sabemos que habrá otro, nieto e hijo de los anteriores, que, como su abuelo y su padre, hará de su función un servicio trascendente a España, a su integración y a su libertad. Un servicio que la Princesa de Asturias contrae la obligación añadida de inculcar en su hijo, porque la creencia en la Monarquía constitucional y parlamentaria es la que obliga a afirmar, ahora, de inmediato, sin dudas ni cautelas, sin aplazamientos, que será, cuando toque, el Rey o la Reina de España.
Hasta los monárquicos de salón de El País:
No sobran en nuestro país los símbolos de identificación compartidos. Carecemos, tal y como escribió un pesimista Ortega en 1917, de «una emoción nacional por la cual comuniquen los bandos enemigos». La Corona se ha convertido en uno de ellos. El comportamiento sensato de la familia real, ajena a escándalos como los que han afectado a otras monarquías, ha reforzado el prestigio de la institución, según reflejan desde hace años las encuestas de opinión. La gente, por lo general, quiere sentirse partícipe de acontecimientos dichosos. Siempre lo es el nacimiento de un niño o una niña, y más cuando se le sabe destinado a ocupar un lugar con tanta carga representativa.
Se incluyen en el «paquete informativo» maliciosas cortinas de humo como el inutil debate sobre la sucesión masculina. Humeantes nubes que ocultan el único problema real, a saber, el «anacronismo»:http://www.junjan.org/weblog/archives/2004/01/07/la_monarquia_es_un_anacronismo.html absoluto de la monarquía.
Yo estoy convencido de que se trata de una conspiración de los medios para sacar noticias y ganar audiencia. ;-))
Es todo «bullshit». Si no hubiera heredero directo de Felipe, todavía quedarían un montón de sobrinitos candidatos a la corona. ¿De qué incertidumbres hablan entonces? ¿Está realmente en peligro la monarquía constitucional? Yo diría que, desgraciadamente, no. Pues entonces, que no nos vendan más la moto.
Los españoles están contentos por la noticia del embarazo de Doña Letizia. Sobre todo dos: los padres de la criatura. La monarquía es lo que tiene: que todo lo deshumaniza y nos olvidamos de que el/la niño/a tiene padre y madre. Igual que nos olvidamos de que el Príncipe es un ser humano más y debería tener derecho a casarse, compartir su vida, acostarse, etc. con quien quiera. Pero, amigo, lo dicho, la monarquía es lo que tiene, y si andamos metidos en este juego, pues pasa lo que pasa. Que no nos da igual una modelo que una periodista, que preferimos una soltera a una separada, que mejor niño que niña, que no nos vaya a salir del armario, etc. Porque al final, las decisiones personales que se toman en Palacio nos afectan a todos. Y eso, por mucho que nos empeñemos, no es lógico. Algo anda mal desde el principio.
Yo opino, como Odyseo, que es una cospiración de los medios; pero no para sacar noticias, sino para hacer desaparecerlas! Todas excepto las que tienen que ver con el color de los patucos del futuro principito…puaj!
Pueden consolarse con el hecho de que vivimos en una república si entendemos el significado clásico de esta palabra (cosa del pueblo). Lo dice Philip Pettit en la teoría republicanista que le gusta a Zapatero. Según Philp Pettit una república es la forma de gobierno que promueve la no dominación de los ciudadanos. Entonces, en el sentido clásico la república se opone a una monarquía absoluta pero no es incompatible con una monarquía constitucional habida cuenta de que el rey es simbólico y el que gobierna realmente es elegido democráticamente. Por eso supongo que decía Zapatero que el rey es bastante republicano. Le criticaron, pero resulta que en ese tema sus criticos demostraron menos cultura que él.
Así que ya saben, en un sentido clásico viven ustedes en una república.
Por un lado estaría de acuerdo con tu razonamiento Alberto, pero por otro lado y cuando leo artículos de la Constitución como que “La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad” y que “Corresponde al Rey el mando supremo de las Fuerzas Armadas”, la cosa no me parece tan bonita.
Jodo, Junjan, eso significa ke algún dia, si al Rey (el ke toke en ese momento) se le inflan los mondongos, saca los tanques al Paseo la Castellana y dice: «bueno majos, se ha terminao, ahora mando yo», como no esta sujeta a responsabilidad y tal… ke miedo. Menos mal que esta familia Real que tenemos es bastante paradica y tontica (además de puteros, farloperos, adulteros, vagos, pijoteros y tocapelotas en general) .
Pido disculpas a los simpatizantes de la familia Real, en ningún momento kería ofender a los afectados por el sindrome de down (ouch!)
Joekidd, vaya símil que nos haces, pobrecillos los síndromes de Down!
Si fueran Down al menos podriamos pensar que son buena gente … pero ni eso.
¿Alguien me puede explicar para que nos vale la monarquia? Aparte, claro está, de para que chupen del bote reyes, príncipes, infantes y familiares variopintos.
¿Cómo podéis tener la poca vergüenza y el poco patriotismo de criticar a Su Muy Alta y Augusta Majestad D. Juan Carlos? ¡Apátridas! Viva España, Gloria al Rey y a la Monarquía.¡VIVA SU MAJESTAD!
Me agradaria mucho que todos estos republicanos de pacotilla leyeran un poco la historia del pais para que vean lo que bien que nos fue con las republicas pasadas y los resultados,desde el 11m empezo el golpe de estado bajo los auspicios del presidente zapatero que por temas personales se pasa las leyes y el respeto que debe al jefe del estado por el ARCO DEL TRIUNFO, los politicos representan al pueblo pero sin contar con el,y ahora con este cretino de presidente trasnochado que espera meternos bajo cuerda una republica,quiza con unas elecciones municipales me pregunto, como ocurrio con SM.EL REY D.ALFONSO XIII.
YO Jure la bandera constitucional, soy monarquico convencido y leal a la corona, no digo que sea perfecta pues como en toda obra humana cabe la equivocion,pero una persona debe ser fiel a sus juramentos,jure servir a mi pais con lealtad a SM.EL REY y la diferencia con estos nuevos repubublicanos es que yo si estoy dispuesto a dar la vida por mi PAIS Y MI REY, pueden ellos decir lo mismo.
NO NOS GUSTA LA MONARQUÍA. PREFERIMOS LA REPÚBLICA
Parece que en estos momentos para nombrar a la monarquía
hay que pronunciar sólo empalagosas palabras rojigualdas
que a base de redundar en sus supuestas bondades,
suenan más a verdaderas excusatios non petitas de
ex republicanos conversos.
Pues a nosotros, en cambio, no nos gusta la monarquía.
Esa forma de gobierno en la que la Jefatura del Estado corresponde
con carácter vitalicio a un señor designado de
forma hereditaria, por el hecho de ser hijo de tal padre o
haber nacido en cierta alta cuna. Ese derecho natural a
tener privilegios, súbditos, palacios, reverencias, fortunas
y Bribones, en nuestra modesta pero legítima opinión,
atenta contra el corazón de la democracia integral.
La democracia verdadera no bendice para siempre jamás a
un Jefe del Estado, cuyo cargo será heredado por sus hijos
y los hijos de sus hijos (varones, por supuesto), por los
siglos de los siglos amén. Sencillamente con ello se niega la libertad de poder elegir, por
mandatos delimitados en el tiempo y en función de orientaciones políticas y gestiones programáticas,
a un Jefe del Estado que, de verdad y no por ese falso “derecho” natural, represente
a sus conciudadanos.
Muy pocos países en el planeta tierra conservan la monarquía como forma de estado. En pleno
siglo XXI, lo que fuera casi general, se ha reducido a apenas una veintena de naciones, de
entre doscientas que componen las Naciones Unidas y eso si sumamos monarquías tan impresentables
como ciertas satrapías saudíes petroleras, donde no existen ni derechos humanos
ni respeto a las libertades y donde la ostentación hortera de la riqueza acumulada por los
monarcas ofende la sensibilidad más resistente.
Por tanto, libertades sí y totales. Por tanto, privilegios no, para nadie. Y muchos menos heredados.
(“Hijo mío, te dejo un país y encima lleno de gente que te mantendrá para siempre, a
ti y a los tuyos”.).
Preferimos la República como forma de Estado. Pretendemos, por la vía política, la reforma
de la Constitución Española que reconozca a los ciudadanos el derecho a elegir a su Jefe del
Estado. Una República, la Tercera, que llegue cargada de derechos sociales, de democracia y
de libertades. De igualdades y de prosperidad.
Es eso, y no esta otra cosa distinta a eso que ahora tenemos lo que, en nuestra modesta, pero
legítima opinión, necesita para su correcta transformación una sociedad moderna, que supere
antiguallas medievales, derechos naturales y privilegios eternos.