Los “Transtornos Obsesivos Compulsivos” en la prensa conservadora afloran por doquier. Ya estaban metidos de lleno en la “política ficción”, pero las alucinaciones que padecen les han hecho entrar de lleno en tácticas de serial radiofónico de los 50 y darnos “novelas de ficción por capítulos con moraleja”.
Fernándo Múgica, redactor de El Mundo, ha escrito “Los agujeros negros del 11-M”.
En esta interesante novela corta, el Gobierno del PP toma el papel de la damisela indefensa, el CNI se divide en dos: poli-bueno adepto al Gobierno y poli-malisimo afecto a la “célula del PSOE”, el PSOE toma el papel de malo a lo Dr. No y por último El Mundo es algo asi como Holmes-Watson todo en uno.
Siguiendo la misma línea, Enrique Montánchez en La Razón publica “Agentes del CNI próximos al PSOE negociaron en Iraq que los chiíes no atacasen a las tropas españolas”. Aquí, esa célula del CNI que trabaja para el PSOE, realiza tratados con el lider Chií Muqtada al Sadr para preparar la salida de tropas españolas.
Estas teorías de conspiración empiezan fuerte pero las veo un poco faltas de actores secundarios, deberían introducir en la trama al capitán del Prestige, a los grupos ecologistas contrarios al transvase del Ebro y a los ateos contrarios a la ley de educación. Esto aumentaría las entregas y les permitiría publicar un libro más gordo (no dudo que el libro está ya en preparación).
Actualizado 21-04 19:15
Como no. Libertad Digital ha entrado en liza siguiendo su habitual línea editorial. Su columnista “Lucrecio”, tras analizar el artículo de El Mundo, sigue con la teoría de PP como damisela pura y candorosa:
No hay, hoy por hoy, manera de atisbar detrás del muro de la bruma y la tiniebla con la que los tres días que van del 11 al 14 de marzo están cubiertos. Y quizá lo más aterrador es el silencio de los perjudicados. La impotencia de un PP que ni siquiera quiere mirar de frente lo sucedido y llamarlo por su nombre; de un PP que calla y acepta su crepuscular destino de perder sin dar batalla.