bq. «El plan de ayuda a los jóvenes para el alquiler de viviendas ha recibido críticas durísimas. Incluso de sectores afines al gobierno. ¿El plan es sólo humo?, ¿es un calco de programas anteriores? Ha sido la polémica del día. Antes quisiéramos llamar su atención sobre un aspecto de las realidades económicas, que disfraza de verdad técnica lo que es, sobre todo, ideología. Lo sospechoso de todo proyecto social. Desde el primer segundo de su vida, los planes sociales, aunque no alcancen ni para comprar chocolate al loro, ya parecen poner en peligro nuestros equilibrios. Si son para dentistas, para madres, para pensiones, para niños o para salarios, los euros no son euros sino bombas de relojería, que amenazan el presente y llenan de nubarrones el futuro.
Y se miran las cifras de frente y de perfil, como sospechosas, aunque no sumen ni para comprarse un delantero centro. Pero resulta que al mismo tiempo y en la misma jornada, los problemas que proceden del nebuloso mundo financiero se despachan como inexorabilidades geológicas, decimos turbulencias, crisis del crédito hipotecario americano, «subprimes», y ya es suficiente. Si hay que enchufar la manguera e inyectar miles de millones al sistema, se inyectan. Los que especularon con operaciones temerarias y nos llevaron al borde del precipicio, personas, o bancos o lo que sea, saben que llegará el séptimo de caballería, o sea el dinero de todos a su rescate. Y bajaremos los tipos de interés, o lo que haga falta, tenga los ceros que tenga. A eso lo llamamos hoy economía, pero es ideología. La defienden algunos que se dicen de izquierdas.»
Iñaki Gabilondo en una entrada de su informativo en Cuatro. Video visto en [«Escolar»:http://www.escolar.net/MT/archives/2007/09/las-verdades-tecnicas-y-la-ideologia.html].
Siempre refrescante ver como Gabilondo se aleja del estereotipo de los telediarios y no sólo es una cabeza parlante que lee lo que alguien le ha escrito en un monitor, sino que se moja y opina. Se esté o no de acuerdo con él ‒en este caso, si que lo estoy‒ es algo que hay que valorar.
El poder que tienen las palabras de «crear realidad» utilizando las metáforas adecuadas. Saludos.
Me ha encantado lo del chocolate del loro. Hacía milenios que no lo oía.